domingo, 6 de mayo de 2012

Un lugar donde soñar.

    ¡Corre, cierra los ojos y pide un deseo! No un deseo cualquiera, no, un deseo donde tú puedas ser el protagonista de tu propio cuento.
No un cuento cualquiera, no, un cuento donde todo el mundo pueda tener un final feliz.
Pero no, tampoco tiene que ser un final feliz cualquiera. Tiene que ser especial, donde al soplar el polvo de hadas mágico todo se pueda hacer realidad...

    ¡Bleh! ¿A quién quiero engañar? No hay cuentos de hadas, no hay finales felices, no hay historias donde el amor lo puede todo. ¡No hay nada!
Solo hay gente que cree que ha encontrado un lugar precioso, donde puede tener todo lo que quiera y más. Mentira todo, se equivocan más que una pistola de feria.
No hay final feliz ni historia que le parezca, ni si quiera sé si de verdad esto se puede llamar historia.




  Bueno, algo en lo que estoy de acuerdo es que cada persona tiene una historia, una historia que moldea a su antojo, pero ya no sé si de verdad pasan esas cosas que se cuentan en las películas de por la tarde. No sé si lo que quiero yo es vivir una amor de verano, de invierno o de la madre que lo parió.
No quiero nada, punto.
Quizá un lugar donde soñar cosas bonitas, como dirían, pero ni eso. No creo merecerlo... Y si lo merezco, será por mis fallos, no por mis aciertos.

    Así que... ahora mismo, tal y como estoy, me da igual acertar, fallar o lo que tenga que ocurrir. Quiero evadirme en un lugar donde los sueños, como en Nunca Jamás, se puedan cumplir.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario