domingo, 18 de marzo de 2012

El dinero mueve a la gente.

 Si alguien viene un día diciendo que él no se vendería por un fajo de billetes, esa persona miente. Todos tenemos un precio, y aunque no lo sepamos, alguien sí lo sabrá. Y esa será su arma más especial y mortífera de la que no puedes huir.

 Será un día inesperado, te ofrecerán algo a cambio de dinero, mucho dinero. Da igual lo que sea, puedes traicionar a tu mejor amigo, o amiga, pero las riquezas que conseguirás... Serán mejor que cualquier amistad.
Date por perdido entonces amigo mío. Nada de lo que creías se cumplirá. Tu mejor amigo se enfadará, el que te puso precio se esfumará y tú estarás solo para los restos. Pero te lo mereces. Deberías de haberte dado cuenta en su momento de tu precio. De tu debilidad. E intentar arreglarlo.

Era tu decisión sí, pero al fin y al cabo todos caemos en la tentación. Porque tenemos un precio, lo mejor es no saberlo, y cuando lo sabes.
Estás perdido.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Que uno más uno, no siempre suman dos.

  No, estamos todos equivocados, uno y uno no siempre tienen porque sumar dos.
¿Por qué? No lo sé, ni me importa, solo sé que hay muchas veces en por las que más fuerzas y ganas le pones, cuando más apuestas... más pierdes.
Te cansas de tropezar uno y otra vez con la misma piedra. Te pide una aportunidad, se la das y ¡pum! adiós momentos felices.
Adiós besos a escondidas, notitas en clase, adiós a millones de momentos que merecían la pena.

Y es mejor, mucho mejor estar solo. Que no sumen dos. Que solo sea uno.
A que te rompan en mil trocitos el corazón.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Equivocarse no siempre es de sabios.

 Son fáciles de cometer, pero muy difíciles de reparar.
 Hay múltiples ejemplos; una ruptura sin razón, una broma malintencionada, un fallo en un examen...
 Queremos creer que eso a nosotros no nos va a pasar, que somos tan perfectos que cuando lo hacemos,lo negamos, por más que en el fondo sabemos que el que tiene esa vez razón es el oponente y cuando llegas a esa conclusión -después de días, meses e incluso años- te enfadas, luego reconoces tu error, pero por aquel entonces el que antes era tu mejor amigo, al ver qye te enfadas por esa tonterñia pasa de ti por demostrar lo infantil que eres.

 Y te empiezas a dar cuenta de lo que has perdido, recuerdas todos esos momentos felices y son dolorosos porque ya no los podrás volver a vivir por una tontería de niño chico. Naturalmente intentarás volver a ser su amigo, pero has descubierto tu cara oculta, esa que nadie debe ver, y él ya no quiere saber nada de ti.
 Lo que sucede a continuación también es doloroso, porque él también te muestra lo rencoroso que es, te arrepientes de todo y te gustaría dar marcha atrás pero no puedes porque esa persona te echa de su vida.
 Sin oportunidad de volver a empezar.
 Estás solo.

domingo, 4 de marzo de 2012

Miedo.

Es un sentimiento, habitualmente desagradable que se tiene ante algo que nos asusta o que creemos que nos va ha hacer daño.
Muchas veces lo sentimos por razones desconocidas. Es como un sexto sentido. Nos ayuda a saber muchas veces qué camino es el correcto.

Los sentimientos de miedo no se pueden modificar, y notablemente son los que más recordamos, por naturaleza. Siempre recordamos lo mal que nos lo hacen pasar en el colegio, o en cualquier otra parte. 
No, difícilmente podemos dejar de sentir miedo, es más, me gusta sentir miedo. Me ayuda con el miedo descubro un mundo. No es muy bonito, no, pero por lo menos sé qué me puedo encontrar en el Mundo, sin necesidad de probarlo en mi propias carnes.


  Nos hace llorar de impotencia, ante lo que se desmorona ante nuestro control. Y sonreír cuando gracias a ese sentimientos te libras de algo malo.
Será malo, pero aveces es bueno y... bueno, complicado.
Porque a ver, te puede hacer pensar cosas malísimas, y verlo todo negro. Pero... es una sensación mala, y buena a la vez. Que puedes aprender mucho gracias al miedo que se siente en no pocas ocasiones.

viernes, 2 de marzo de 2012

Confianza.

La confianza mutua. ¿Cómo empiezo?
Ah, sí. Se supone que la confianza es contarle algo a una persona y esperar, más bien rezar, para que esa persona no lo diga si no quieres. ¡Vaya, que cosa tan rara!
Diréis, claro, por qué no hay confianza. La gente ya no confía en nadie, y si confías descubres que no se puede, y despiertas de ese sueño tan bonito a hostias limpias.

Otra cosa que es la confianza es cuando tú estás con alguien. Esperas que esa persona te quiera y te respete como te mereces.
Luego llega un día en el que te das cuenta que o te engaña, o está enamorado de otra persona o no te quiere, simplemente eso. No te quiere.
¿Hay algo que duela más? ¿Descubrir que esa persona no te quiere no es de por sí bastante dolorso para que dejes de confiar en las personas?

Desde luego muchas personas lo hacen. Yo lo hago. Tú lo haces y así hasta quizá el infinito. Necesitamos creer quizá que alguien sí que nos da la confianza que nosotros perdimos por culpa de alguien.
Y vueles otra vez a confiar, amas con fuerza, cuentas secretos confiada... Y quizá, sólo quizá una de cada cuatro personas encuentran de verdad alguien que no le falla. Las otras tres restantes siguen luchando por conseguirlo.
¿Lo consiguen?

No lo sé, solo queda pensar que sí. Es muy dura la vida si no confías en alguien, creo. Yo confío en ciertas personas, pero si me dieran la espalda, o como estoy dicendo en esta entrada, me hicieran perder la confianza en la personas...
Creo que no podría superarlo.

Está en mi naturaleza no confiar de la gente, y cuando confío me agarro con desesperación a la vaga esperanza de que de verdad les importe. Me equivoco, claro está, como todos. Pero no pierdo la esperanza -como casi todos los que sienten indentificados con esta entra- de encontrar a alguien o más de uno que de verdad les demuestren que sí que se merecen sonreír y vivir la vida como si fuera el último día que van a despertar.

jueves, 1 de marzo de 2012

Pasito a pasito.

Cuando eres pequeño no te preocupas por las consecuencias de tus actos. Disfrutas de la vida, piensas en ver a tus amigos, en jugar a las casistas, con los Nenucos, en ir al parque a mancharte de barro y de que tu madre te riña, pero mientras lo hace se ríe y sabes, que en el fondo no has hecho un pequado muy grabe, si no, que simplemente es algo normal.
Casi no recuerdas esos años, porque nuestra mente es como un colador, olvidas la mayoría de las cosas a esa edad. Pero quizá, tengas recuerdos vagos, de esas incoherencias, esas risitas tontas, de tu primera palabra, tu primer paso...

Ese día es muy feliz, sí, pero no sabemos el grave error que cometemos al hablar, porque así no hacemos más que daño a las personas o las personas nos lo hacen a nosotros. Es un caminu dura, prácticamente tienes que aprenderlo a base de hostias. Poco a poco te das cuenta de que amigos, muy pocos, conocidos, muchos. Y recuerdas todas las trevesuras de pequeño y en como las consecuencias no eran tan graves, aquí por un solo error estás condenado para la eternidad, sí, son palabras duras pero son las ciertas.

Reconozcámoslo, los mejores años son, y seran esos. Ser inocente de nuevo... lo que daríamos mucho por serlo.
No tener que vivir en un mundo lleno de gente falsa, o de gente que no sabe hacer otra cosa que meterse con los demás. Decidme pues, si no tengo razón, soy una persona de principios, no cambiaré mi forma de hablar o de pensar, pero tampoco cambiaré mi seguda opinión "Las personas son libres de pensamiento, cada cual tiene derecho a opinar lo que quiere."

Yo.

Loca, risueña, imaginativa, estudiante normalita.
Psicótica, amorosa, retrasada, lectora.
Amante de los pollos voladores, cantante, violadora, pervertida, soñadora, negativa, amiga, mala persona cuando el tiempo lo requiere.

Pensante, inepta, cabezota, solitaria, segundona...



 Pero me quiero :3

Un millón de gracias.

Y esta entrada va para los que no me dejan de insultar y demás cosas que ellos, bueno, vosotros, asquerosos hijos de la gran puta, hacéis y/o decís de mí...

Miles de gracias, porque con cada insulto, burla o bulo demuestra que soy más inteligente que todos vosotros juntos, y mucho más, madura. A demas de que con todo eso me hicistéis abrir los ojos y conocer así, a gente maravillosa que merecen la pena y por los que daría mil y una vez mi vida.

Son la segunda familia que he escogido para mí, me apoyan y no me decepcionan. Serán pocos, pero para mí son mucho, muchísimo.

~Yoli, Triana, Rubén, Sara, Isabel, Ruth, Elena, Mónica, Puerto, Miriam...~

Que ellos sí merecen la pena, cosa que vosotros, no.
Iros a comérsela a vuestra madre y dejadme un paz un ratejo :3