jueves, 1 de marzo de 2012

Pasito a pasito.

Cuando eres pequeño no te preocupas por las consecuencias de tus actos. Disfrutas de la vida, piensas en ver a tus amigos, en jugar a las casistas, con los Nenucos, en ir al parque a mancharte de barro y de que tu madre te riña, pero mientras lo hace se ríe y sabes, que en el fondo no has hecho un pequado muy grabe, si no, que simplemente es algo normal.
Casi no recuerdas esos años, porque nuestra mente es como un colador, olvidas la mayoría de las cosas a esa edad. Pero quizá, tengas recuerdos vagos, de esas incoherencias, esas risitas tontas, de tu primera palabra, tu primer paso...

Ese día es muy feliz, sí, pero no sabemos el grave error que cometemos al hablar, porque así no hacemos más que daño a las personas o las personas nos lo hacen a nosotros. Es un caminu dura, prácticamente tienes que aprenderlo a base de hostias. Poco a poco te das cuenta de que amigos, muy pocos, conocidos, muchos. Y recuerdas todas las trevesuras de pequeño y en como las consecuencias no eran tan graves, aquí por un solo error estás condenado para la eternidad, sí, son palabras duras pero son las ciertas.

Reconozcámoslo, los mejores años son, y seran esos. Ser inocente de nuevo... lo que daríamos mucho por serlo.
No tener que vivir en un mundo lleno de gente falsa, o de gente que no sabe hacer otra cosa que meterse con los demás. Decidme pues, si no tengo razón, soy una persona de principios, no cambiaré mi forma de hablar o de pensar, pero tampoco cambiaré mi seguda opinión "Las personas son libres de pensamiento, cada cual tiene derecho a opinar lo que quiere."

No hay comentarios:

Publicar un comentario