martes, 31 de julio de 2012

Dices, dicen, comentan... ¿Cual es la verdad?

Dices que amas la lluvia.
Sin embargo usas un paraguas cada vez que se pone a llover.
Dices que amas el sol,
pero siempre buscas una sombra cuando brilla.
Que también amas el viento,
pero cierras las ventanas cuando éste sopla.
Por eso siento miedo cada vez que dices
que me amas.



   Siempre hay un momento en que el camino se bifurca, cada uno toma una dirección pensando que al final los caminos se volverán a unir. Desde tu camino ves a la otra persona cada vez más pequeña. No pasa nada, estamos hechos el uno para el otro, al final estará ella, pero al final solo ocurre una cosa, llega el puto invierno. 


   Y de repente te das cuenta que todo ha terminado. Ya no hay vuelta atrás, lo sientes, y justo entonces intentas recordar en qué momento comenzó todo y descubres que todo empezó antes de lo que pensabas... Mucho antes... y es ahí justo en ese momento cuando te das cuenta de que las cosas solo ocurren una vez, y por mucho que te esfuerces, ya nunca volverás a sentir lo mismo, ya nunca tendrás la sensación de estar a tres metros sobre el cielo.

miércoles, 25 de julio de 2012

¿Quién dijo que fuera fácil?



 Dicen que al mal tiempo buena cara, que después de la tormenta siempre llega la calma, pero que al fin y al cabo las cosas nunca cambian. Que todo lo que sube baja, pero que agua que pasa no mueve molinos. También dicen que todo el mundo merece una segunda oportunidad, pero que segundas partes nunca fueron buenas; que quien tiene boca se equivoca y que rectificar es de sabios. Que querer es poder y hace más quien quiere que quien puede, pero que quien todo lo quiere todo lo pierde, además que de donde no hay no se puede sacar. Que quien no arriesga no gana, que quien la sigue la consigue. Que no por mucho madrugar amanece más temprano, pero que a quien madruga Dios le ayuda. Que si te pica te rascas, que todo lo que escuece cura. Que no hay mas ciego que el que no quiere ver, que a palabras necias oidos sordos pero que a buen entendedor pocas palabras bastan. Que la confianza da asco. Y que quien no corre vuela, que ya se sabe que las apariencias engañan y que por supuesto que no es oro todo lo que reluce. Y mira que quieres que te diga si quien avisa no es traidor, que si te he visto no me acuerdo, y que a rey muerto rey puesto. Que más vale solo que mal acompañado.

martes, 24 de julio de 2012

Una carta para el diablo.

    Buenas noches.

 
    Espero de corazón que hoy haya sido tu mejor día. Que te hayas follado a millones de chicas. Fumado un porrón de porros y bebido hasta caer inconsciente. Que sueñes con tus sueños de pacotilla. Que despiertes y no recuerdes nada. Que hayas roto todas las fotos. Que rías con desprecio al verme en tus recuerdos. Que pienses que eres el mejor en todo y que nadie te puede superar. Y seguir bebiendo, destruyéndote por dentro y por fuera, hasta quedar irreconocible. ¿De verdad quieres esto? 
    Recuerdo lo mucho que odiabas a las personas que hacías las cosas que haces ahora. Creyendo que eran débiles y que no tenían personalidad. ¿Qué ha cambiado para que tú lo hagas? ¿Dolor a caso? ¿Dolor de qué? Fuiste tú el que me dejó sola y sin nada que guardar, sola en el recuerdo y en la enfermedad. La que lucha cada día para salir como puede del fondo del pozo en la que la metiste. La que llora hasta quedar sin lágrimas. 

Eso no te importa ya.
    Ya no prometes amor eterno. Te dedicas a buscar chicas que te calienten la cama durante una noche como mucho. No quieres un compromiso permanente, te da miedo. Lo que no entiendo es por qué te da miedo, si el que daña como veneno eres tú. ¿Quizá lo que te miedo es enamorarte? No lo sé, aunque reconozco que contra más vueltas le doy, más embotada me siento. No entiendo por qué. Por qué. Por qué. Por qué. Esas dos palabras me retummban una y otra y otra vez. 
    Pero no las expreso, porque en el dolor, desde mi punto de vista, debes de sufrirlo solo sin que nadie se compadezca de lo mucho que sufres. 

    Y por favor, si algún día lees esta carta, espero que me llames y me des esas respuestas que necesito. 
FD:

                                                         Una chica con el corazón echo pedazos.
  

lunes, 23 de julio de 2012

Vienes de la nada. Me dices lo que debo de hacer y eso no es posible, yo soy libre y haré lo que quiera. 
En realidad quiero que me rompas los huesos de tan fuerte como me abrazas, que me digas lo bonita que estoy en cada momentos. Sentirme especial y única, cual princesa de cuento.

Correr, liberarse, gritar y llorar.

    No me voy a complicar.
    Cerraré los ojos y lloraré todo lo que tenga que llorar, sin dejar que todo esto me afecte. Caminaré con fuerza, como si todo me resbalara. Al fin y al cabo es una prueba más del destino o eso quiero creer.
    Mis pies, al caminar me piden ir más deprisa, hasta que me doy cuenta de que estoy corriendo como nunca lo he hecho y que sienta bien. El viento me da en la cara. Noto la libertad como nunca la he notado. Corre por cada partícula de mi cuerpo mientras todos los recuerdos pasan como un torrente de agua.
Parece que me muero, pero no es cierto. Solo es una vana ilusión para olvidar todo el dolor que me causa el asfalto que hay bajo mis pies.
     Llego millones de sitios en los que pasábamos la tarde, riéndonos, abrazados, de cualquier forma, da igual, simplente sabía cual era mi lugar en el mundo. Era feliz.
     Y de repente, como si estuviera sincronizado, empieza a llover. Lágrimas que reflejan las mías, se unen en en mi rostro, lágrimas de agua dulce. Eso es lo única que las diferencias de las que todas las noches suelto.
     Camino por la playa, oigo risas. Una pareja de enamorados que corretea mientras la lluvia les moja. Apartar la mirada y notar otro latigazo de dolor que viene acompañado de un maldito recuerdo. Duele. No sabes cuanto.


     Pero se acabó. Punto final, no voy a permitir dejarme llevar por la pena, por el dolor. Como tú quieres. Voy a olvidarte y si es necesario arrancarme la piel a tiras para olvidar las caricias, lo hago. Si tengo que correr hasta desgarrarme la piel de los pies desnudos que ahora corren de nuevo por la carretera, lo hago. El dolor físico es la mejor medicina para olvidarte, a ti y a los recuerdos. Me saltan cada vez que paro, las lágrimas me ciegan, pero no paro.
Intento perseguir... ni lo sé. Solo sé que tengo que correr, que eso es lo único que importa ahora.
     Y eso hago.
    Mírame, soy fuerte, puedo estar sin ti. Esa niña enamorada se ha quedado en la playa, mientras caminaba. Muerta.

     He aprendido muchas cosas con esto; Que amar es destruir, y ser amado es ser destruido.

miércoles, 18 de julio de 2012

Negativas.

    No hagas esto. No hagas lo otro. A nadie le importa lo que tú digas o hagas. ¿Enserio vas a ir así por la calle? ¿Qué dirá la gente? 
    
    Se acabó. No me voy a negar a hacer más cosas solo por miedo a lo que la gente diga o comente sobre mí. Raquel se cambia de cara para el mundo. Aunque luego en su cuarto llore y sufre como la que más. Será difícil, no lo niego, y también un poco claustofóbico. Hoy me he dado cuenta de que todas esas inseguridades no hacen más que fastidiarme la vida.
    Voy a ser feliz a mi manera y no a la manera que dicte la gente. No voy a seguir modas absurdas, ni tampoco sueños inútiles. 
Voy a vivir mi vida. No los sueños incompletos de los demás. Seré yo quien dicte las normas y el límite. La que haga las cosas mal y sufra las consecuencias. 
Seré quien siempre he querido ser, aunque me cueste al principio. Pero es mi reto, mi vida, mi pasión y nadie, ni si quiera tú, me lo puedes arrebatar.

    Así que ya sabes. No seas como cierta persona que conozco, que lleva más de la mitad de su vida pendiente de todo lo que la gente puede decir o hacer para fastidiarla, pero que hoy, cansada de todo, decide vivir su vida. 


El amor es para inocentes.

    Dejé hace mucho tiempo de creer en esas cosas, lo he dicho millones de veces; pero igualmente cada vez que él aparece por esa maldita puerta mis piernas se convierten al instante en mantequilla. Y al ser verano, las horas se me hace más largas si él está ahí riéndose como siempre. 
    Libre.
    Así me siento cuando el señorito está a mi lado. No me hace flata cerrar los ojos y evadirme a mi mundo privado, no. No es necesario si él está, porque, seamos sinceros por una vez en la vida, en ese mundo privado 2 de cada 1 de unas veces está en él. ¿Gracioso verdad? Para mí lo es, en cierto modo. El amor me hace débil, por mucho que la gente diga la contrario. Es una eterna tortura el no poder abrazarle cuando debe de ser, ni besarle. Hasta tocarle es difícil, porque los sentimientos no se corresponden.
     Es tan complicado todo... Tan siniestro algunas veces... 
     Pero ya no. No me voy a dejar llevar, voy a salir a la calle con miles de capas para ser inmune a tu encanto. Y volveré a ser esa chica que cree, con razón, que... 


El amor es para inocentes.

 

jueves, 12 de julio de 2012

Nubes.

    Todo el mundo sabe que las nubes son unas simples masas de cristales de nieve o gotas de agua microscópicas suspendidas en la atmósfera. Pero cuando yo era pequeña me gustaba echarme en la hierba y ver como cambiaban de forma. Cerrar los ojos e intentar adivinar una de esas figuras. Abrirlos y sonreír al no acertar. 
Eran figuras que me eran familiares, mis compañeras en las largas tardes de soledad. Recuerdo que cuando pasaban varios minutos sin conseguir ver ninguna forma definida allí arriba en el cielo, pronto me exasperaba. Las nubes eran mis compañeras, sé que suena un poco estúpido. Pero era mi forma de jugar por aquel tiempo
Ahora asomo la cabeza por la ventana y no puedo verlas como antes. Supongo que he perdido la capacidad de imaginar, por lo menos a como lo hacía hace tiempo. Ya no soy esa niña pequeña que jugaba, he crecido. No soy quien creía ser. La inocente niña... murió se mire por donde se mire. Incapaz de soportar las cosas malas de la vida
Pero aún así, busco algo bueno. Sonrío cuando la ocasión lo merece. Y sí, no paro de intentar imaginar otra vez las nubes con su forma. 
Fallo, nunca lo consigo.


Señal de que la infancia está más que perdida ya.

miércoles, 11 de julio de 2012

Notas la piel de gallina y su abrazo no está.

    ¿Has notado alguna vez unas ganas de dejar atrás todo lo que pensabas que formaba parte de tu vida? ¿De olvidarte de absolutamente de todo? ¿Pensaste de verdad en cumplir tu palabra? Demasiadas preguntas. Pocas respuestas. Todo desde que desapareciste, así, pluf, como si fuera todo un sueño.
    Ojalá fuera tan fácil olvidarte. Pero incluso mientras pienso en todo esto y trato de hacerlo, sé de sobra que no puedo. Es superior a mis fuerazs. Me siento débil.
    Y de repente... Todo esto, todo, es absorvido. Floto. No soy yo. No es el mundo. Parece el sitio donde van a parar las cosas que no tienen nada en la vida. Un sitio ideal para mí, que no tengo nada perder. Otro resplandor. Un recuerdo. Es verano, caminamos de la mano. Espera, espera. ¿Recuerdos? No. Para. No quiero recordar. Duele. Desgarra. No es agradable. AIRE. ¿Dónde está el aire? No puedo respirar me abruma la soledad.
¿Dónde estás? ¿Dónde te fuistes? Más preguntas. No, más no. No hay respuesta para todas. Intento salir como puedo. Se puede decir que chapoteo como una niña que está aprendiendo a nadar. Grito. Lloro. Pero aunque para mí sea la vida real no dejo de compararlo con los sueños. En un mundo estás, en el otro no.
En los dos hay preguntas. En los dos esas preguntas siguen sin respuestas.
¿De verdad hay tanta diferencia entre mis pasadillas y mi vida?


martes, 10 de julio de 2012

Palabras.

    Es una palabra. Las palabras son pálidas sombras de nombres olvidados. Los nombres tienen poder, y las palabras también. Las palabras pueden hacer prender el fuego en la mente de los hombres. Las palabras pueden arrancar lágrimas a los corazones más duros.
    Existen siete palabras que harán que una persona te ame. Existen diez palabras que minarán la más poderosa voluntad de un hombre. Pero una palabra no es más que representación de un fuego. Un nombre es el fuego en sí.

                                                
                     
                                                            El temor de un hombre sabio.




lunes, 9 de julio de 2012

Fuerte, más fuerte.

   Hoy es el día de echarte de menos. El día de los "te quiero" perdidos. No sé si tú estarás en igualdad de condiciones. Hay muchos por qué pero ninguno se responde. Voy al grano: Lo que necesito es que estés aquí, a mi lado. Que me abraces como siempre. Fuerte, más fuerte. Hazme sentir segura. Feliz. Improvisando como solo tú sabes.
Bésame. No un beso, ni dos. Millones de ellos. Déjame pensar en todos los momentos felices. Da igual si luego cuando te marches de nuevo, me duelan. Llegará un momento en el que todo acabará y volveremos a nuesta vida normal. Pero mientras tanto, por favor, no me dejes de abrazar. Fuerte. Más fuerte. Solo me siento completamente segura cuando tus brazos me rodean. Pero lo nuestro no es nada. Ceniza. Un montón de recuerdos quemados.




Y tenemos que aprender a vivir con ello.

-Cada vez que mire las estrellas...

+¿Te acordarás de mí?

-No. Me acordaré de millones de recuerdos. De lo mucho que te quiero. Y de que eres la estrella que me guía en una noche oscura. De eso me acordaré.



domingo, 8 de julio de 2012

Hojas de papel.

   Hola, soy yo de nuevo. Sola. En mi cuarto. Escribiendo, como casi siempre. La música sale del reproductor de mi ordenador. Las notas son suaves pero a la vez disonantes. Asiento, siguiendo el ritmo. Lanzo un suspiro y mira la ventana. Llueve. Lo normal en invierno, pero no por eso dejo de odiarlo. Lentamente me doy cuenta de que hay alguien mirándome fijamente desde la calle. Sé que es difícil distinguirlo con la lluvia, pero lo notaba en cada fibra de mi cuerpo. Fuerzo la vista y mi corazón se desboca. Él lo sabe antes que mi cerebro.
Está ahí. Bajo la lluvia. No lo pienso, simplemente actúo; abro la ventana. Sube rápido, veloz, mojado pero sonriente. Trae un paquete envuelto en papel de colores vivos.


    Se quita su cazadora de cuero, mi preferida y vamos a la cama abrazados.
La ventana, mientras tanto, sigue abierta. Al lado los papeles sobre los que me inclinaba antes. Mojados. Con la tinta borrada. Como los recuerdos que contenían

Mariposas.


  
 Pequeña mariposa. Vuelas por el campo apenas consciente de cómo pasa la vida. ¿Oyes a caso ese llanto? Un bebé hambriento es el causante. ¿Por qué lo hace? Su madre no tiene dinero para alimentarle. Poco te importa a ti, pero no pasa nada, son problemas ajenos, preocúpate de volar.
Igualmente no puedo dejar de pensar en esa mujer de andares nerviosos. Pasas volando sobre ella. Moratones disimulados por todo su cuerpo. No es difícil imaginar por qué. Sí, su marido la maltrata. Paliza sí, paliza también. Ella siempre intenta que todo esté perfecto para él. 
Siempre hay algo que falla.
Pero como ya he dicho antes, poco le importa a la mariposa. Ella solo vuela. 
Y sí, a ella le importará poco, pero a nosotros no. No entiendes por qué la gente se aferra tanto a la vida cuando ésta no hace más que darte palos y ser desagradable con quien no se lo merece.
Entonces es cuando llega esa frase que lo cambia todo, o, por lo menos, una parte de ese todo:

"Por muchos palos que te de la vida, lo bonito es levantarse y afrontarlos. No rendirse sin luchar"

Y poco a poco el bebé dejará de llorar de hambre, la mujer maltratada será feliz cuando se divorcie de su marido y millones de ejemplos que no caben en una simple entrada.

Eso es lo bonito de la vida, aunque la mariposa no lo sepa

martes, 3 de julio de 2012

Quiero estar despierta y dejar de soñar.

  Estoy más que perdida en una lucha sin nombre, sin fundamento, sin sentido. Es una lucha constante entre lo que no quiero sentir y lo que me obligas a hacer. Tengo que comportarme de forma fría, distante, mirándote a escondidas para que no sepas que sigo enamorada. Para que dejes de perseguirme con esos ojos azules tan brillantes, para que no cojas por la espalda y me abraces. 
Tumblr_m5ifnhaeo91qeuvkgo1_500_largeEn fin, lo que se supone que se hace cuando estás con la chica de tu sueños, ¿no? 
Pero es en ese punto donde dejamos las coincidencias, no puedo perdonar las cosas que haces, ni justificarlas. No tiene sentido. 
Dejaré de escuchar canciones de amor, de escribir gilipolleces, de dejarme llevar por los besos, las caricias, los momentos. De sonreír cada vez que gastas una broma. De buscar inocentes escusas para mirarte.

Me quedaré sentada mientras veo como te alejas, mientras el día, la noche pasan. Sola. Perdida. Mirando al vacío, quizá eso sea lo mejor. Y ahora mírame a los ojos, sí, a los ojos y niégame que no tenga razón. Solo entonces quizá me piense mejor las cosas y te deje llegar hasta el corazón que perdiste. 
Solo entonces.

domingo, 1 de julio de 2012

Lucha, no pierdas. Sonríe, no sientas.

  Toca empezar de cero. Subirse a lo más alto de la torre norte, si es que la hay, y gritar. Gritar hasta que notes la garganta dolorida. Hasta ver como poco a poco dejas de poder articular ningún sonido. No importa si al día siguiente estás ronco. Al fin y al cabo ¿Qué importa? Nada. No importa nada.                                        
Aprenderás a vivir con las apariencias. A fingir que todo es indiferente a tu persona. Creerás que es lo mejor. Lucharás de forma independiente con los problemas que te dará la vida. Fingirás sonrisas y llorarás a escondidas.

 Y un día volverás a sentir ese sentimiento que tanto has aprendido a odiar a base de palos. Tendrás miedo. No confiarás en esa persona. Es ahí donde te vas a enfrentar al fin a los problemas, subirás a la maldita torre norte y grita. Como nunca antes. Más que las otras veces. Llora. Patalea. Sueltalo todo. No dejes nada. Y cuando cabes, bajas. Sonríes y déjate llevar como nunca lo has hecho hasta ahora.