domingo, 8 de julio de 2012

Mariposas.


  
 Pequeña mariposa. Vuelas por el campo apenas consciente de cómo pasa la vida. ¿Oyes a caso ese llanto? Un bebé hambriento es el causante. ¿Por qué lo hace? Su madre no tiene dinero para alimentarle. Poco te importa a ti, pero no pasa nada, son problemas ajenos, preocúpate de volar.
Igualmente no puedo dejar de pensar en esa mujer de andares nerviosos. Pasas volando sobre ella. Moratones disimulados por todo su cuerpo. No es difícil imaginar por qué. Sí, su marido la maltrata. Paliza sí, paliza también. Ella siempre intenta que todo esté perfecto para él. 
Siempre hay algo que falla.
Pero como ya he dicho antes, poco le importa a la mariposa. Ella solo vuela. 
Y sí, a ella le importará poco, pero a nosotros no. No entiendes por qué la gente se aferra tanto a la vida cuando ésta no hace más que darte palos y ser desagradable con quien no se lo merece.
Entonces es cuando llega esa frase que lo cambia todo, o, por lo menos, una parte de ese todo:

"Por muchos palos que te de la vida, lo bonito es levantarse y afrontarlos. No rendirse sin luchar"

Y poco a poco el bebé dejará de llorar de hambre, la mujer maltratada será feliz cuando se divorcie de su marido y millones de ejemplos que no caben en una simple entrada.

Eso es lo bonito de la vida, aunque la mariposa no lo sepa

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