martes, 24 de julio de 2012

Una carta para el diablo.

    Buenas noches.

 
    Espero de corazón que hoy haya sido tu mejor día. Que te hayas follado a millones de chicas. Fumado un porrón de porros y bebido hasta caer inconsciente. Que sueñes con tus sueños de pacotilla. Que despiertes y no recuerdes nada. Que hayas roto todas las fotos. Que rías con desprecio al verme en tus recuerdos. Que pienses que eres el mejor en todo y que nadie te puede superar. Y seguir bebiendo, destruyéndote por dentro y por fuera, hasta quedar irreconocible. ¿De verdad quieres esto? 
    Recuerdo lo mucho que odiabas a las personas que hacías las cosas que haces ahora. Creyendo que eran débiles y que no tenían personalidad. ¿Qué ha cambiado para que tú lo hagas? ¿Dolor a caso? ¿Dolor de qué? Fuiste tú el que me dejó sola y sin nada que guardar, sola en el recuerdo y en la enfermedad. La que lucha cada día para salir como puede del fondo del pozo en la que la metiste. La que llora hasta quedar sin lágrimas. 

Eso no te importa ya.
    Ya no prometes amor eterno. Te dedicas a buscar chicas que te calienten la cama durante una noche como mucho. No quieres un compromiso permanente, te da miedo. Lo que no entiendo es por qué te da miedo, si el que daña como veneno eres tú. ¿Quizá lo que te miedo es enamorarte? No lo sé, aunque reconozco que contra más vueltas le doy, más embotada me siento. No entiendo por qué. Por qué. Por qué. Por qué. Esas dos palabras me retummban una y otra y otra vez. 
    Pero no las expreso, porque en el dolor, desde mi punto de vista, debes de sufrirlo solo sin que nadie se compadezca de lo mucho que sufres. 

    Y por favor, si algún día lees esta carta, espero que me llames y me des esas respuestas que necesito. 
FD:

                                                         Una chica con el corazón echo pedazos.
  

No hay comentarios:

Publicar un comentario