miércoles, 11 de julio de 2012

Notas la piel de gallina y su abrazo no está.

    ¿Has notado alguna vez unas ganas de dejar atrás todo lo que pensabas que formaba parte de tu vida? ¿De olvidarte de absolutamente de todo? ¿Pensaste de verdad en cumplir tu palabra? Demasiadas preguntas. Pocas respuestas. Todo desde que desapareciste, así, pluf, como si fuera todo un sueño.
    Ojalá fuera tan fácil olvidarte. Pero incluso mientras pienso en todo esto y trato de hacerlo, sé de sobra que no puedo. Es superior a mis fuerazs. Me siento débil.
    Y de repente... Todo esto, todo, es absorvido. Floto. No soy yo. No es el mundo. Parece el sitio donde van a parar las cosas que no tienen nada en la vida. Un sitio ideal para mí, que no tengo nada perder. Otro resplandor. Un recuerdo. Es verano, caminamos de la mano. Espera, espera. ¿Recuerdos? No. Para. No quiero recordar. Duele. Desgarra. No es agradable. AIRE. ¿Dónde está el aire? No puedo respirar me abruma la soledad.
¿Dónde estás? ¿Dónde te fuistes? Más preguntas. No, más no. No hay respuesta para todas. Intento salir como puedo. Se puede decir que chapoteo como una niña que está aprendiendo a nadar. Grito. Lloro. Pero aunque para mí sea la vida real no dejo de compararlo con los sueños. En un mundo estás, en el otro no.
En los dos hay preguntas. En los dos esas preguntas siguen sin respuestas.
¿De verdad hay tanta diferencia entre mis pasadillas y mi vida?


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