sábado, 23 de febrero de 2013

Me estoy ahogando y no sé como salir.



   Todavía sigo intentando supertarte y no se me hace fácil. Intento ser fuerte pero en muchas ocasiones me rompo. ¿De verdad es tan complicado dejar de querer? Hace un par de meses habría dicho que con rotundidad, ahora me lo pensaría mucho mejor de lo que crees. Son demasiadas las noches en vela, los lloros, las ganas de dejar de importarte todo lo que antes te importaba. Lo que peor llevo es obligarme a no quererte. Forzar esos sentimientos y convertirlos en otros. Sé que es difícil porque a mí todavía se me entrecorta la respiración al verte. Se me mejora al día con un simple "hola" tuyo. Y eso es lo complicado.

   Pero ya está, el daño ya está hecho. Las heridas siguen abiertas, cierto, pero estoy haciendo lo que sea para cerrarlas. Necesariamente uso otras heridas para lograr cicatrizar estas. No suele funcionar demasiadas veces porque el dolor es tal que me consumo entre tantas emociones. Es como echar sal en las heridas. A pesar de todo, no me importa.


lunes, 11 de febrero de 2013

Heard vs heart.

    Y por mucho que lo intente, no podré olvidarme de ti tan facilmente como creía. Siempre que pienso que todo está bien me equivoco. Cada vez que creo que te he olvidado, vuelves para recordarme que estás aquí a cada minuto que pasa. A veces escuchar canciones no me ayuda, la gran mayoría habla de amor o de desamor. De esas cosas que yo pensaba que eran tonterías de escritores y cantautores. Pensé que las habría comprendido bien. Yo, que antes mis únicas pasiones eran la lectura y la música, las cuales fueron sustituídas por las ganas de quererte. Yo, que era de aquellas crías que me reía de la gente que sufría por amor. Yo, que ahora me paso días enteros sin saber ni donde estoy solo para no tener que pensarte. Yo, que a todas horas te pienso. Yo, tan estúpida, insegura e hipersensible como siempre.
 
    Cada noche creo que toda cambiará, que todo esto es una pesadilla. Cada mañana me intento converncer a mí misma que todo irá bien, que los malos momentos se cambiarán por unos buenos. Me miro al espejo, me sonrío y me miento. Intento ser fuerte por lo demás, no por mí. Muchas noches no duermo. Ahora entiendo por qué la gente decía: "Mi insomnio lleva tu nombre". Recuerdo cuánto me reía yo de ellos, llamándoles estúpidos. Dado que mi visión del amor era demasiado espeluznante.

    Nunca confié en esos chicos que te prometían amor eterno. Pero tú... Fuiste especial desde el minuto cero. Confié. Y me tropecé por tonta.

.Me toca aprender a vivir sin ti, no es fácil, pero tampoco es imposible.