lunes, 7 de mayo de 2012

Las niñas ya no quieren ser princesas, y a los niños les da por perseguir el mar dentro de un vaso de ginebra.



  
Cuando miro hacia atrás veo lo mucho que ha cambiado la forma de ver el mundo e incluso, de comprenderlo. Los niños y las niñas no son como antes.
Cuando nuestra única preocupación era portarnos bien por si los Reyes Magos nos traían carbón, donde jugar con Mickey Mouse era una buena forma de pasar la tarde para luego ir al parque con tus amigos y poder jugar al fútbol, a las cocinitas y demás.

Las niñas ya no quieren ser princesas, y a los niños les da por perseguir el mar dentro de un vaso de ginebra.

    No estoy diciendo ninguna tontería, tengo casi toda la razón del mundo. Fijaos en las juventudes de ahora, solo se preocupan por beber, salir y tener muchos novios, no lo sé, no me parece lo más adecuado. ¿Fumar a los 10 años? Cáncer a los 20, lo veo claro. No, no estoy exagerando, ahora hay niños pequeños que en vez de pensar en jugar o en cualquier cosa, piensan en fiesta, salir, beber, el rollo de siempre.
Porque con la infancia no se juega, es tu compañera, la que decide cómo serás en un futuro, puede que incluso eliga si eres de letras o de ciencias.

    Así que no, no me parece bien que esto sea lo que se espera de nosotros en un futuro, no me gusta que se nos tome por palurdos, que somos el futuro y lo estamos malgastando.
Que aunque ahora nos parezca que somos jóvenes eternamente, no hay eternidad que valga  me puedo equivocar la pena, porque todo llega a su final. La vida no es una excepcion, y al igual que la empiezas, la cabas, solo tú puedes llegar a acortar o a alargar ese tiempo, y créedme, si seguimos siendo como somos ahora, dejando tan pronto la infancia para mantenernos en la adolescencia lo máximo posible, puedes incluso acortarla.

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