sábado, 19 de mayo de 2012

Se los llevó el viento.

    
  Sé que soy cabezona, irreflexiva y un poco idiota en algunos aspectos. Pero no dejo de darle vueltas a el sueño que he tenido esta noche. 
Yo estaba en la playa, tenía un vestido color rosa palo, y caminaba descalaza. Podía notar perfectamente la arena en los pies, no estaba muy caliente, porque era ya por la noche, pero igualmente tenía cierta temperatura. 
De repente, ahí estabas, sonriendo y también ibas vestido demasiado formal para estar donde estábamos. Recuerdo que fruncí los labios, algo que tengo siempre la manía de hacer cuando estoy confusa y al verlo me sacaste la lengua. 
Quizá debería de haberme dado cuenta ahí de que todo era un sueño, pero no fue así, simplemente corrí hacia ti. Me choqué y me besaste
Casi puedo volver a imaginar el beso del sueño, es como si estuviera otra vez dormida, acurrucada en la cama como suelo estar casi siempre. 
Pero no tú mismo lo has dejado claro millones de veces. Lo nuestro es imposible, no solo por nuestras diferencias, sino por muchas otras cosas.

    Y cuando pensaba que no podía tener una escena mejor, me tiraste al agua, mojándome el vestido, pero eso fue lo de menos, otra vez. 
Como críos chicos, mojándonos hasta acabar empapados. Te volviste a acercas y me besaste de nuevo, tus labios sabían al agua del mar.
Hubo un trueno y empezó a llover, corrimos hasta el hotel.
Y de repente desapareciste.

Desperté y me di cuenta de que era imposible haber tenido ese sueño, prácticamente somos unos deconocidos, ya no te reconozco al caminar por la calle. 
Yo que pensaba que esto no tenía un final, que nada era imposible para nosotros...
Y ahora puedo afirmar que todos estos momentos se los llevó el viento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario