jueves, 7 de junio de 2012

#9.


-Te voy a ser sincera, te necesito más que al aire, la comida o incluso el agua para respirar.
+Yo también te necesito tanto o más para vivir.

Y vivieron felices para siempre.

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   Eso solo pasa en los cuentos, no en la vida real. Es aquí dónde se ven las diferencias de nuestro mundo normal y el ficticio, quizá por culpa de esas cosas todas esperamos a un precioso principe azul que nos abrace y proteja cada vez que estamos en apuros. En la vida real, eso no pasa, los chicos son todos iguales y simplemente buscan lo que buscan. Cuando te enamoras piensas que el chico que has elegido será diferente, que cumplirá todas las espectativas que te ha inculcado desde pequeña la televisión, estás más ciega de amor que ni si quiera eres capaz de ver sus defectos y no sé tú, pero eso es una gran equivocación. 
Ya cuando te deje irás cual alma en pena suplicándole perdón, querrás volver con él a todo costa, lo sé porque a mí me ha pasado no eres ni la primera ni la última, pedirás clemencia y cariño. Más tarde, llegará la rabia, hasta que por último llega la indiferencia y ése chico querrá volver, tú solo preocúpate de no caer en la tentación de quererlo de nuevo, porque sabes de lo que es capaz y no se merece para nada tus lágrimas.
Hay un dicho que dice "No dejes que un chico te gaste el rimel, solo el pintalabios" Bien, ellos nunca se gastan el dinero en clinex, solo en condones, haz tú lo mismo, gástatelo todo en pintalabios, deja el rimel para el que de verdad se lo merezca, que si sabe cuidarte y valorarte, no creo que lo necesites.

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