sábado, 23 de junio de 2012

Metáforas de la vida.

  "Es el momento", lo notaba en cada uno de los poros de la piel. La cazadora de cuero, pequeña ya de tantos años, le quedaba ajustada en la zona de la espalda. Pero le servía, todavía le servía. 
Fue en ese momento cuando la vio llegar. Su corazón se comportó de forma extraña. Nunca antes había pasado algo así. Notó un sabor amargo en la boca. Luego, lentamente, se dulcificó. El corazón, ese corazón que tanto había hecho palpitar a las muchachas de medio instituto, empezó a latir con fuerza. Ritmico. Constante. Y lo peor de todo. Enamorado.
Reconoce que fue ahí donde entendió inmediatamente la metáfora de las mariposas en el estómago. Pero aunque él no lo sabe. No sabe que esa chica, esa chica pequeña con los ojos verdes es su perdición.

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