Hoy es mi día, definitivamente. Volví a creer esas palabras vacías de sentimiento, esas sonrisas y esos besos. No puedo ser más estúpida. Mi meta en la vida no está completa. No sé que le falta.
Busco. Busco. Vuelvo a buscar. Nada, no hay nada que me de una idea clara de qué es lo que necesito para estar feliz. Vale, está bien, lo tengo claro.
Voy a dejarme llevar. Voy a creer en esas palabras que duelen. Voy a vivir todo intensamente, como si no lo hubiera vivido ya.
Y cuando despierte, tendré la agradable sensación de que solo ha sido un sueño. Un amor de verano. Nada importante, o eso querer creer. Pero cuando pasen los años y mire la vista atrás, me dé cuenta de que sí fue importante.
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