Te necesitaba, no sabes cuanto. Y has vuelto. Todavía no me lo creo, espero cada segundo que pasa con ansiedad, pensando que vas a volver a desaparecer. No lo haces; no lo hagas. Echaba de menos hablar contigo, sonreír como una idiota y poder escuchar nuestra música sin tener que llorar. Notar como el corazón vuelve a latir con fuerza después de una semana paralizado. Poder respirar completamente sin punzadas dolorosa. Sonreír. Sonreír hasta que me duela la mandíbula. Y desear besarte como nunca lo he echo.
No puedo negar lo mucho que te quiero. Así por favor, no te vuelvas a ir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario