miércoles, 3 de octubre de 2012

Podría contar mi vida uniendo casualidades.

   Me hallo aquí, escribiendo después de muchas semanas. No sé qué decir, casi he perdido la práctica. Pero me intentaré lanzar, por poco que salga.

   'Y hace ya un mes desde que empezó todo. El principio del cuento, como dicen algunos. Una historia que no se sabe si tendrá final feliz o no tendrá final. Me da igual, sinceramente. Lo que no me da igual es esa sensación de profunda ingravidez que me rodea cuando hablo contigo. Que el tiempo no funcione con los términos establecidos. Que sea capaz de recordar todo lo que hablamos, pero incapaz de recordar las respuesta de un examen. 
    Esa sensación de que mis pulmones cogen oxígeno completo sólo cuando tú estás presente. Bonito. Precioso. Romántico. Pero a la vez, desconocido. ¿Enamorada? Tal vez, no lo sé, creo que sí. No tengo claro muy bien el término, tampoco es que tenga mucha experiencia con estas cosas. Solo sé que te quiero y más de lo que pensé que se podría querer a alguien. No, no habla una tonta adolescente enamorada a la que se le pasará el atontamiento después de dos semanas de relación. No. Tampoco hablo por hablar, para llenar un blog con tonterías de enamorada. Hablo con razón y porque, sinceramente, siento esto demasiado intenso para mi gusto.
     No, no me quejo. De hecho, me gusta la sensación de poder estar feliz cuando todo lo dabas por perdido. Es simplemente que no sé muy bien como encajar este golpe así por las buenas. Amor. Esa palabra que abarca tanto para unos y tan poco para otros. 
     No quiero comerme mucho la cabeza, pero irremediablemente lo hago. La inseguridad parece la nueva orden del día.
     
     Y no sé qué pasará. No sé si esto tendrá un buen final, solo sé que pase lo que pase intentaré que no duela demasiado. Mientras tanto, intentaré vivir lo más intensamente que pueda. Sonreiré cuando sea necesario y lloraré cuando la situación lo requiera'.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario