viernes, 20 de abril de 2012

Caerse está permitido, levantarse es obligatorio.

   Tropecé miles de veces con la misma piedra, a veces pensé en que no volvería a levantarme, que ésa era mi última oportunidad. Pero no me rendí, seguí adelante, todas las veces que tropezaba y me tambaleaba buscando el equilibrio, la perfección en sí para no caer.

   No quiero caer, no es agradable. Sin embargo muchas veces es una idea atractiva la de dejarse llevar, cerrar los ojos y que el caos se apodere de tu vida. Salvo que yo, perfeccionista hasta el límite, no soy así para mí eso de dejarse llevas hasta que alguien lo solucione es de cobardes.

  Quizá sea que tengo una personalidad muy rara, doy valor a cosas que la gente no da, como por ejemplo el coraje. Sé que todos somos diferentes, pero eso es lo bonito de ser humano, somos diferente pero a la vez iguales, pero no dejo de pensar en lo rara que soy y que por eso podría ser que yo lo pase tan mal en algunos momentos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario