jueves, 17 de noviembre de 2011

Implacable.

Así es como me siento cada vez que siento que todo se desmorona a mi alrededor, nada es como parece ser, es más todo lo que sale mal sale mal.
He pensado, muchas veces que quizá la suerte no esté de mi parte, que algo está mal en mí... lo sigo pensando, sé que es una tontería pero me cuesta cambiar mi forma de pensar porque estoy aconstrumbrada a que me traten como una idiota, y yo ¡joder, no lo soy! muchas veces cuando me tratan como tal me entran ganas de correr, correr, correr, correr y gritar muy muy fuerte para soltar todo.
Otras... son ganas de llorar, llorar y llorar hasta quedarte seca sin fuerzas y con una sensación de tranquilidad después de llorar que te cambia tu forma de ver el mundo, yo hago mucho eso, lo de llorar para mí no es un signo de debilidad al revés, es ser fuerte.

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